3/4/09

¿Dónde esta la Macarena de antes? La de ahora sinceramente no me gusta, no me atrae, no me llena. Ahora sí que no se como definirme. Una máquina de derramar lágrimas o una loca frenética. No me molesten, no estoy bien, no tengo ganas de nada, de nadie. No quiero recibir llamados ni mensajes de texto. No quiero que me tengan lastima. A veces siento que todo se solucionaría si ya no estuviese, lo he pensado mucho y aún así, no tengo el valor para autoeliminarme. Mi vida, no es mía, no me pertenece. Mis amigos, los amo, pero verlos a ellos con las cosas tan claras y la mente despreocupada me hace sentir inferior, diferente y sobre todo, vacía. Mi familia, no puedo seguir arruinando sus vidas con mis problemas. Son todo para mi, los amo y se que ellos también a mí, pero hay veces que siento que me odian y que yo, soy todas las causas a sus problemas. No los culpo, nunca fui lo que esperaban de mí. Ojala lo hubiese sido, todo me resultaría más fácil. Fácil no se relaciona conmigo. Tal vez es por eso que cuando un loco vino y me dijo “Gorda, relájate, las cosas claras”, mi cara se transformo y mi pensamiento repetía para sí mismo “Já, como si fuera tan fácil”. Soy un objeto que cumple horarios para muchos, una insensible para otros. La peor mierda para algunos o la que pasa desapercibida para tantos otros. La prostituta o la Virgen Santísima. De la que hablan todos o la que no existe. La loca que escribe o la que deja pasar su vida. Soy mucho, soy nada, soy todo, no existo. No necesito vivir de esta manera, no me importan los que hablan de mí, no necesito explicarles nada, no me interesan. Sus insultos y habladurías no me interesan, sus miradas, menos. Sinceramente mantuve 3 relaciones a lo largo de mi vida, ningún “touch and go” y todavía no me acosté con nadie. Sigo hablando con esas 3 personas, no creo ser tan forra como lo afirman algunos ¿no? Yo estoy tranquila. Hablen, amo escuchar como ciertas lenguas de serpientes me fulminan al pasar, sus susurros son música para mis oídos. Inventen todas las historias que quieran, me gusta saber que soy la causa de que su imaginación fluya. Critiquen todo lo que quieran, me resbala. Pero por favor, si critican, no me copien, no me tomen como modelo a seguir, después de todo, no soy más que lo que defeca un animal ¿no? No tengo fuerzas para nada, hoy me la pase durmiendo, me levante para cumplir con algunas obligaciones, algunas, no fui a ingles porque tuve una crisis de llanto 15 minutos antes de salir. La mochila colgada en la espalda y los libros en la mano. Mis lágrimas inglesas y mis nervios estudiosos. Poco veo después de llorar tanto, mis ojos están diminutos y tengo ganas de morir para siempre, disculpen, quise escribir dormir, ¿quise? No se como van a seguir mis días, quizás vuelva, quizás me valla lejos y mi blog suicida se convierta en una página más, olvidada en la Internet. Quiero terminar algunas cosas antes de irme, no quiero que el fracaso me siga derribando día a día. Estoy acá por una razón, pero todavía no la encuentro. Se que me llamo Macarena porque figura en un D.N.I junto con otros datos más, todo lo demás, es mi mar de dudas. Mío, porque yo lo cree. También cree y le di vida a mi obra maestra, mi pared para que nadie me lastime, para que nada me duela, para que no me influya en nada cuando las personas se van de mi lado y sin embargo esa pared me destruye cada vez más. Así soy, me amo, me destruyo, me hago feliz, me consumo. Así soy y aún así no se definirme. No se quién soy, tal vez lo averigüe y me sienta, de una vez por todas, feliz conmigo, de lo contrario, búsquenme en los avisos fúnebres del diario del domingo. Me voy a recuperar mi vida, a dejar las lágrimas atrás y a hacer algo por mí misma. ¡Arrivederci!


Y a todos aquellos que se preocuparon por mí en estos días, tranquilos. La oscuridad no vive forever, pronto volveré como nunca, como siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario