17/4/09

Me pregunto por qué ahora es tan importante analizar todo. Cuando alguien nos dice: "te amo", sentimos que deberíamos averiguar el verdadero significado de esas palabras. Queremos saber qué es lo que realmente quiere decir y cuáles son sus sentimientos verdaderos. Perdemos horas averiguando por qué una persona dijo esto o hizo aquello, colocando bajo un microscopio cosas que deberían aceptarse fácilmente. Es verdad que cuanto más sabemos sobre algo o alguien, más lo entendemos. Pero nunca podremos saber todo sobre algo. El hecho de que después de una relación de toda una vida existan sentimientos profundos, pensamientos y acciones aún incomprensibles es realmente mágico. No hay demasiado misterio en lo que necesitamos saber sobre el amor. Todos sabemos qué es un comportamiento amoroso, lo único que necesitamos es actuar de acuerdo con él mismo y no cuestionarlo permanentemente. El exceso de análisis con frecuencia confunde el acto y no nos ayuda a discernir. Muchas veces nos preocupamos demasiado por clasificar, separar y examinar y no recordamos que el amor es fácil. Somos nosotros los que lo complicamos.
No existe mejor medicina que la esperanza, tónico más poderoso que creer que todos los traumas tienen una solución. La capacidad de tener esperanza nos permite enfrentar los problemas de la vida diaria. Nos recuerda que, ocurra lo que ocurra, siempre prevaleceremos. Nadie debe ser una víctima desesperanzada pues hay muy pocas situaciones sin remedio alguno. Con un poco de esperanza podemos transformar una posible tragedia en un logro. Si la situación no cambia, nosotros podemos cambiar para enfrentarla. Para aquellos que creen, la esperanza es eterna.




No hay comentarios:

Publicar un comentario