Hola dos mil diez.
"No temas cometar ningun error y si lo haces por amor nunca es fracaso."
Eh, Sabina, sabés que ando caminando a mil por hora, aprendiendo a vivir ahora que conozco la Calle Melancolía. No sé como decirte, como contarte que, un dolor de muelas me hace largar lágrimas de plástico azul y, hoy es un día en el cual llueve sobre mojado. Más de cien mentiras me dió el mientras que yo solo le daba mentiras piadosas. Te mandé una postal de Habana y, me dijiste 'no puedo enamorarme de tí, no tienes corazón'; mientras que yo, acá, no hago otra cosa que pensar en tí sin romper cristales. Si volvieran los dragones creo que, todos menos tú me salvarían; yo sé que los amores eternos son los que pasan cada una de las facetas y, amor se llama el juego en el cual los amores que matan nunca mueren. Con la frente marchita te digo que, soy de purísima y, oro pero si lo necesitas mañana te espero desnuda y, con una doble vida. Ya no puedo acercarme al boulevard de los sueños rotos porque el capitán de su calle no me deja pasar y, es mentira que amo el amor de los marineros. Aunque tenga ganas de pasar esta noche contigo escuchando Sabina yo, no juego juegos de azar ni, me gusta jugar por jugar. La vida moderna no tiene relación alguna con los cuentos que yo cuento pero si estoy con vos me pondré mas guapa que cualquiera y, tomaré pastillas para no soñar. Yo sé que soy una princesa cantando el rap del optimista y, que tu en cambio consigues las rebajas de enero y, odias el ruido ring ring ring que, hace tu teléfono cada vez que te llaman. Pero yo sé que luego de 6 tequilas y, un wisky sin soda tú que eres tan jóven y tan viejo a la vez podrás pasar una noche a orillas de la chimenea. Resumiendo, ayer, pasado mañana y hoy cantaré este bolero triste mientras mi corazón está cerrado por derribo.
Esperá Calamaro, no te vallas. Quedate acá con tu música para hacerme volar, para darte cada uno de mis instantes; solamente te pido 7 segundos y, que te qedes 5 minutos más. Sos brillante sobre el micrófono y, sos un ícono de orgullo y de miedo. Hoy, diez años después, estás tan intocable como siempre. Haciendo esas canciones tan tuyas y, tan mías, mías porque contigo aprendí que algún lugar encontraré; aprendí a pasar días distintos y, el ritmo del lunes. Hoy estoy flaca y, quiero ir al estadio azteca, aunque estoy jugando con fuego y, levantando temperatura porque hace calor. Ni hablar de que no se puede vivir del amor y, no sé olvidar. Finalmente creo que el tiempo dirá que el día que me quieras yo, navegaré en aguas peligrosas y, te miraré a los ojos.
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